· 

Procrastinación

Las personas desde que nacemos somos como un reloj; llevamos dentro un cronómetro que camina hacia atrás indicando lo que nos queda para saborear y disfrutar de esta vida.

 

El problema es que está incrustado bajo nuestra piel y no podemos ver qué tiempo marca, por lo que nos movemos por la vida y levantamos a diario con la sensación de que el tiempo que marca éste es infinito.

 

No nos enfrentamos a las cosas que realmente son importantes o urgentes para poder adquirir lo que necesitamos con la finalidad que nuestra vida sea más agradable o completa.

 

Curiosamente, aun sabiendo que determinadas acciones pueden acercarnos más al éxito son las que dejamos para lo último.

 

Nos cargamos de millones de obligaciones, de listas “ to do” interminables, terminamos exhaustos y al final no hemos hecho lo que debíamos hacer; el motivo es porque en el interior de nosotros sabemos que esas pequeñas tareas que procrastinamos son las que realmente van a marcar la diferencia y eso al ser humano le parece incómodo, el miedo a cambiar produce pavor.

Estas acciones nos terminan produciendo una sensación de pereza, o nos hacen sentir como pesados, pero es en nuestro inconsciente donde se está generando esta sensación, para que no actúes.

 

Ahora te pregunto, ¿quién es más fuerte? ¿tu consciencia o el saboteador interior que te susurra que lo hagas más tarde?

Creas lo que creas, ármate de fuerza, saca la potencia y fuerza de voluntad que has sacado en otros asuntos e idea una recompensa una vez finalizada dicha tarea (al final ésta será doble al sentir el alivio producido por haber hecho lo que tenías que hacer).

 

El éxito, el bienestar y la satisfacción se encuentran al otro lado de realizarlas.

 

Así que ¡manos a la obra YA!

 


Escribir comentario

Comentarios: 0