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Tu Dharma

 

Dharma es aquello que es “tu sino”, tu destino en la Tierra, en la vida tal y como la conocemos.

 

Todos tenemos un Dharma y si consigues escuchar la voz dentro de ti, conseguirás averiguar qué estás predestinado a hacer.

 

A continuación te muestro unos consejos para alcanzar tu máxima excelencia:

 

-Mantente en silencio. Cierra los ojos y pregúntate….

¿Qué se me da bien? ¿Qué es lo que no me cuesta hacer? ¿Qué es eso que los demás dicen que se me da bien?

¿Qué te gustaría hacer si no te pagasen?

¿Podrías convertir esto último en algún trabajo remunerado?

¿Te dedicarías a ello por gusto y no por obligación?

 

-Con lo que has averiguado, intenta pintarlo de una manera exclusiva, personal, única, que se adapte a tu forma de ser y de sentir; proyéctala, customízala y descríbela en papel. Crea tu marca personal tras ello.

 

-Ponte manos a la obra. Mientras compaginas tu día a día, intenta meterte de lleno en esto que te hace sentir tan bien. Dedica los momentos libres a esta tarea. Bombardea tu mente con estos pensamientos y este conocimiento que tanto anhelas poner en práctica.

 

-A veces se nos complica el día a día, nos sentimos sin fuerzas para continuar con esto y con las obligaciones que tenemos, en ese caso: prioriza.  En algunas circunstancias  debemos sacrificar la estabilidad para ir a por un futuro que nos haga más felices. Pide ayuda, lucha, esfuérzate, saca tiempo de donde sea. Quien quiere puede.

 

 

 

Si consigues dedicarte a esto que tanto te llena, aporta y completa, jamás volverás a sentir que tu vida es un sacrificio por tu trabajo. Tu trabajo se convertiré en tu vida y tu vida en tu trabajo. Conseguirás conciliar todo en uno y alcanzarás tu máximo potencial de acuerdo a tus creencias, valores y forma de sentir. Te autosuperarás a ti mismo y el esfuerzo habrá merecido la pena por haber logrado la congruencia personal y espiritual. ¿Te atreves?   

 

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