Una de las cosas que más nos pueden hacer sentir que nuestra vida ha merecido la pena es tener consciencia de haber vivido en varios lugares, haber viajado buscando mil paisajes nuevos, haber conocido nuevas costumbres y habernos cruzado con personas maravillosas; eso no sería posible sin haber tomado la determinación de abrirnos al mundo.
Por ello, te traigo unas ideas que pueden hacerte sentir diferente, que enriquecen tu vida y que te entregan nuevas vivencias y sensaciones surgiendo del intercambio cultural:
-Viaja siempre que puedas y si es a destinos orientales o exóticos mejor, ya que la diferencia cultural es más latente.
-Apúntate a un intercambio de idiomas. Hay decenas de lugares en las ciudades para quitarse el miedo con un determinado idioma y para conocer gente majísima. Son gratis y no tienen desperdicio alguno. Te lo aseguro.
-Hazte voluntario de una asociación que trabaje con colectivos inmigrantes o con familias en riesgo de exclusión. No sólo te sientes útil como voluntario, también te entrega la oportunidad de aprender de los demás y de conocer otros estilos de vida y sentirte afortunado por tener todo lo que tienes.
-Infórmate sobre eventos culturales, apúntate a talleres de manualidades, lectura, clases de idiomas o de música del mundo, festivales de cine alternativo, exposiciones, etc.
-Compra comestibles en tiendas de otras nacionalidades. Te asombrarías de la diversidad de productos y sabores que existen.
-Prueba nuevos restaurantes de comida de diferente tipología y origen.
-Interactúa más con la gente de diferentes países. Intenta establecer temas de conversación, interésate por sus costumbres, su estilo, su forma de vivir, de dónde vienen y qué desean conseguir en la vida.
Se trata de aprender, de crecer como persona, de enriquecerte, de sacar provecho a tu vida y de sentirte satisfecho a medida que pasen los años, dándote cuenta que has hecho grandes cosas y que te has retado abrir tu mente. Todo son beneficios.
¿Te apuntas?
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