Sí, en tu día desde que despiertas deberías ser consciente de las condiciones de las que dispones que se parecen a lo que te gustaría ser o tener en un tiempo. Otros le llamarán “agradecimientos diarios”. Todo aquello que te gusta porque consideras que es lo mejor de tu vida o lo que más te acerca a tu felicidad.
¿Te hace feliz tu perro? ¿No puedes tener perro? ¿Quizá conejo? ¿Estás sano? ¿Te alegras por tu salud? ¿Por tener amigos?.
Antes de hacer nada, es imprescindible que seas consciente de todas las cosas buenas de las que ya dispones. Debes pensar cuáles son beneficios o casas positivas de tu vida y encontrar la semejanza con lo que quieres conseguir.
Por ejemplo: si deseo estar sana en el futuro, debo agradecer y ser consciente de la salud que ya tengo. Si deseo cambiar mi vida para disponer de más dinero, debo darme cuenta de los “recursos parecidos” que yo ya tengo.
Si quiero dejar de preocuparme por el dinero debo de ser consciente de lo afortunado que soy disponiendo de dinero en mi cuenta para tomar algo o para disfrutar de alguna actividad que me llene.
Debería buscar similitud entre lo que deseo y lo que yo ya tengo, pero OJO!, eso no significa que seas conformista, significa que debes dejar de negativizar todo y pasar a suavizar la situación en la que te encuentras.
El “dentro de lo malo”, no es lo mismo que decir “me conformo”. Luego ya pasaremos a la ACCIÓN para cambiarlo.
Se trata de no sentirse tan sumamente perdido como para disponer de recursos y energía para tirar para arriba.
Bien, llegados a este punto, vamos a tratar el siguiente tema.
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