En el camino he comprendido que el peso de la vida es el que quiere meter uno en la mochila, ni más ni menos.
En el camino me dí cuenta lo difícil que resultó soltar lastre en otros momentos y lo fácil que ha resultado llenarlo de nuevas personas, experiencias frescas, espontáneas y fantásticas.
Me dí cuenta en el camino de lo intensos que pueden ser los sabores, lo recofortante que puede resultar una pequeña litera, y el calor de una ducha; la intensidad de un abrazo y de una sonrisa sincera ( y si es de amor.. uffff... ). En el camino se multiplica todo por mil. 
:)
En el camino comprendí que todo lo que merece la pena de la mochila de mi vida no son mi forro polar, los cinco pares de calcetines, mi lápiz de ojos, mis mallas o desodorante.
Lo mejor lo tenía al lado, como a mi compañero de camino :) o los recuerdos de la gente que quiero... siempre estais
presentes.
Mis padres, mi familia, mis amigos, compañeros, todos los que me apoyaban antes de partir. No sabéis lo que he pensado en vosotros estos días....
En el camino me dí cuenta que cada recuerdo malo que tiraba a través de él y deshacía, aligeraba mi mochila y a la vez me ayudaba a comprender quién soy a día de hoy.
Me hacía coger carrerilla, sentirme fuerte, y pese al cansancio y molestias sólo pensaba en regresar y seguir dando lo mejor de mí aquí con los míos.
Realmente creo gracias al camino que uno debe perderse para reencontrarse....
A día de hoy sí que puedo decir que estoy en el camino; sigo en el camino.. con lo mejor y más valioso que podría tener, a mí misma y mi autoconocimiento, y lo mejor que podría portar en la mochila... el Amor, apoyo y fuerza de los míos.
Camina, camina, camina.....
Me quedo con una frase aplicable al día día (no hace falta hacerse 30Km a pié)..
"Somos como bolsas de té; no conocemos nuestra verdadera fuerza hasta que estamos en agua caliente. " , Busche.
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