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Complejos e inseguridades

Te sientes diferente, que nadie te entiende y en cierto modo tienes razón. Todos somos diferentes pero eso es algo bueno.

 

 La clave para sentirnos bien siendo tan distintos es intentar en primer lugar aceptar la diferencia entre nosotros y a raíz de ahí conocer las peculiaridades de nuestra persona, de nuestro interior y forma de ser, para luego saber aceptarlas e incluso sacar provecho de ellas.

 

Tus diferencias no son malas, son algo que te suma como persona, te hacen especial y cuanto antes aceptes que estás en tu derecho de actuar y de realizar las cosas que te hacen feliz (siempre y cuando no molestes a los demás) antes comenzarás a sacarte provecho y a optar a tener una vida plena, digna, estable y feliz.

 

Eliminemos el sentimiento de culpabilidad que nos ataca y asalta cada vez que contestamos un “NO” a alguien, o cada vez que nos frustramos con nosotros mismos al no ser consecuentes con algo que nos hemos propuesto.

 

Debemos dejar de sentirnos mal por no saber algo, o por no ser capaces de afrontar nuestros miedos, fobias y rarezas; ellas son parte de nuestro ser y de nuestro camino. Inflingiéndonos presión y culpabilidad lo único que vamos a conseguir es que crezcan como una bola de nieve, ¿no crees?.

 

 

Así que se benévolo contigo, siéntete orgulloso de la persona que eres y da el primer paso para exprimir tu máximo potencial aceptando tus fortalezas y debilidades.

 

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