Pasas por amores de la infancia, del instituto, primeras parejas, flirteos en el trabajo, gente del barrio, gente de todo tipo…
Siempre te imaginabas al lado de alguien con tus mismos gustos, con tu mismo estilo, tus mismas visiones y proyectos sobre la Vida…
Juraste y perjuraste que nunca establecerías una relación con alguien así o con estas determinadas características…Y el día menos pensado se cruza esa persona, ..que te rompe todos los esquemas, que coge todas tus creencias, te las desparrama por el suelo y se pone saltar sobre ellas…
Descubres, y lo peor (o mejor..) sientes, que siempre habéis mantenido un universo relacional entre vosotros tremendo.. pero caminásteis en unos senderos tan diferentes y a su vez tan lejanos, que nunca os llegásteis a encontrar…. Hasta este preciso instante.
Hoy despiertas, y lo primero que piensas al abrir los ojos es en ese aspecto tan diferente pero tan completo que te hace brillar la mirada, te entrega ganas de levantarte de la cama con un gran salto y salir ahí afuera… A morder la vida.
Es eso que pensaste, que jamás ocurriría, eso que jamás creíste a la vez que llegaría, pero míralo…frente a ti…tan diferente pero tan cercano, tan distinto, pero tan pegado a ti, que su respiración se sincroniza con la tuya, vuestra piel se eriza de forma simultánea, los incisivos asoman de forma similar cuando os hacéis sonreír…y las caricias se acompasan, por esa piel, esa ropa, ese modo de ver la vida, tan diferente pero tan sincrónica y precisa…
Todo fluye, y sin querer, os vais encontrando en cada esquina de esta manzana…Abrís los ojos a la misma hora por las noches, se mimetizan los mensajes, hasta los coscorrones y encontronazos en la cama… Y es aquí donde te das cuenta que el trasfondo del uno y del otro, no son nada distinto a una mochila, que se deja en la entrada de la casa de vuestras vidas…
Y dentro de ella, entre sobremesas compartidas, velas encendidas, melodías sincronizadas y ropas bien diferenciadas, quizá al igual que el tono de vuestra piel… luego no queda nada… nada más que esa forma de ver la vida, puesto que el Amor no entiende de nada más que no sea, esa conexión de vibraciones y simultaneidad de almas…
Dos alas que se unen en un mismo cuerpo construido para aprender a sobrevolar la vida de una forma conjunta…
Dan igual las formas, los colores, las expresiones, la procedencia, tatuajes, lunares, cicatrices o las vestimentas… el AMOR no entiende de nada que no sea AMOR… y aquí no manda nadie más…
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