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Siendo una Mujer Sensible, no Frágil... llega un Momento...

Un día, siendo una Mujer Sensible, no Frágil,  llega un momento en el que comprendes lo más importante. LA GENTE NO SIENTE LO QUE TÚ.

 

Cuando tú vibras, cuando tú te ilusionas y sientes, expresas lo primero que se te viene a la cabeza.

Sueltas lo primero que emociona tu piel, lo primero que dilata tus pupilas, lo que ocasiona el nudo en tu garganta, lo primero que te emociona y te produce el come-come en el estómago.

 

Parece que no tienes miedo a perder pero no estás pensando bien en las consecuencias.

 

A veces parece como que no hay freno, que te sientes a veces como un torbellino desatado y que no tiene mesura a la hora de sentir, de ilusionarte con la luz, una melodía, la visión, las palabras y las caricias…

 

A veces sueltas demasiada prenda, te entregas en exceso, lo das todo sin mesura... y al llegar a casa y al estar en soledad compruebas que no has dejado nada…nada para ti.

 

Por eso llega un momento, en el que te das cuenta que debes mirar por ti, echar el freno, dejar de dar en demasía a los demás. Comprender que los demás actuarán como quieren, no como tú esperas que lo hagan.

 

Cada uno tiene unas circunstancias, un pasado, unas  vivencias, unas sensaciones, unos traumas, unos miedos, y jamás decidirán sacrificar sus miedos o vulnerar su estabilidad o su forma de pensar o de vivir por ti.

 

Por ello, vive a tu manera, siente , vibra, actúa como te venga en gana; si pierdes a alguien por el camino por ser tú o por soltar en demasía, en tonces no te convenían (estás ganando).

 

Si por el contrario tienes la suerte de que el otro te comprenda y que no le “espante” tu forma de ser claro, de expresión o de intensidad, también ganas. Habrás dado con un Valiente.

 

Por todo ello, piensa que no hay que tener miedo a ser uno mismo, a ser sincero, a expresar lo que se siente, o a decir la verdad.

 

La persona idónea será la que te descubra, la que vea a través de tu piel, de tu pupila; aquella que escuche más allá de las palabras que pronuncias; aquella que se quede acariciándote por las mañanas y que haga de tu día, y del suyo a tu lado, una vivencia mágica.

 

Llagará un momento en el que te atrevas a vivir siendo tú y no te dará miedo brillar, y asumirás que el único brillo que vale y que ilumina el camino de tu vida es el tuyo.

 

Llegará ese momento ;)

 

 

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