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La película de nuestra vida

A veces observas a ese protagonista de película. Es alguien que siempre comienza pasándolo mal (y es que los comienzos  de una vida plena y completa nunca son fáciles).

 

 

Él tiene una historia dura que contar, pero según trascurre la cinta, va aprendiendo de

 

lo que acontece y de cada uno de los diferentes personajes que se cruza en su camino (hasta del tirano o del malo siempre se puede aprender);

 

 

 

 

Lo bueno de su papel es que cada vez que surge un bache continúa caminando y al final de la película siempre te quedas con la sensación que han vencido los buenos (menos en las películas de terror de categoría B, en las que los fantasmas continúan rondando a sus anchas por la casa encantada).

 

 

 

Hoy piensa todo lo que has recorrido tú hasta llegar aquí.

 

 

 

Recuerda tus momentos buenos y malos. Piensa cuando lloraste de alegría en el minuto 21:10. La gente que has tenido que dejar partir en el 50:12.

 

Piensa en las frustraciones que has superado, en lo que no pudiste elegir o controlar por el camino y en la sensación de besar a la chica en el 86:47.

 

 

 

 

Teniendo claro el guión que quieres seguir, con las escenas de amaneceres, momentos de fortaleza y superación, la satisfacción de sentirte una persona íntegra salvando a los que más necesitan ayuda, el miedo a cagarla en el amor, el conducir tu coche donde no existe más que tu música y tú, el temblor de ver sonreír a esa chica, el respirar profundo cuando la emoción del momento te come de alegría y se te queda pequeño el pecho,  e incluso el miedo y el huracán en el estómago a punto de empezar una nueva etapa, un nuevo viaje.

 

 

 

 

Con todas estas sensaciones que albergas en tu interior y con las herramientas de las que ya dispones, debes saber que ya puedes ser todo un protagonista.

 

Piensa que aunque finalizara tu primera película hace rato y aunque tuvieras la sensación de haber salido de la sala del cine con esa impresión de uhmmm "no estaba mal"; la buena noticia es que aunque digan que las segundas partes nunca fueron buenas, tú tienes en este momento en tu mano la cámara, el micro, las ganas y la claqueta para decir uno, dos, tres, GRABANDO!.

 

 

 

Así que Vive la Película de tu Vida, esa que siempre soñaste tener; despierta cómo, dónde desees y sin prisas, trabaja duro para conseguirlo pero sin que nada ni nadie consiga quitarte la sonrisa de la cara mientras tanto.

 

 

 

 

 

Abraza hasta quitar el aire a quien quieras (pero no termines asfixiando a nadie de amor, eh?), rescata a los más desfavorecidos, saborea el momento, disfruta de los olores, llora con la música, emociónate con un amanecer, perdona a la gente que te ofende, agradece lo que a diario pueden ver tus ojos, enamórate de la persona que más aporta a tu ser,  esa que te respeta  y que es  capaz de  comerse el  mundo mordiscos contigo. Esa a la que le brillan los ojos cuando te mira. Pon de fondo para finalizar esa banda sonora que tanto te encanta, esa canción que pones mil veces y no te cansas nunca de escuchar.

 

 

 

Después de esta película no puede acontecer otra cosa que un bonito final y una gran ovación.

 

 

En la vida las cosas no son fáciles, los films se graban a través de miles y miles de tomas  y repeticiones, pero debes ser consciente que hoy,  no hay nada ni nadie en la Tierra  con el Superpoder que tú tienes en este momento.

 

 

 

Tu eres el héroe de tu película!

 

 

 



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