· 

Seis trucos para combatir la Dependencia Emocional

 

El ser humano es un ser sociable por naturaleza, aunque existan excepciones.

 

Desde pequeños  a veces percibimos sensaciones que se quedan impresas en nuestro subconsciente y nos sugieren una falta de atención o cariño.

 

De estas carencias que han quedado grabadas de nuestra infancia, afloran aprensiones que nos hacen sentir miedos de mayores, ansiedades, apegos y dependencias emocionales.

 

De aquí se manifiesta como adultos la necesidad de estar acompañado, la necesidad de ser apreciado, admirado o querido.

 

Necesitamos de forma continua el reconocimiento o atención de los demás. Esto se debe a una carencia en nuestro interior, por lo que de mayores afloran comportamientos y manías, peculiaridades, que nos hacen sufrir a veces haciéndonos sentir diferentes y débiles.

 

¿Cómo llenar ese vacío? Profundicemos en este asunto intentando comprender de dónde viene esta sensación.

 

Si todo viene de una carencia de estima y/o falta de cariño ¿qué podemos hacer para no sentir este vacío de vida y de ideas que parece que nos proporcionan únicamente los demás?.

 

Es como que idealizamos la atención de los demás y no nos prestamos ni tiempo ni interés; no queremos rebuscar en lo que nos ocurre por dentro, ya que nos sentimos sin contenido y nos da miedo.

 

¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo podemos cambiar?    Activando nuestra vida.

 

Para ello:

 

1) Piensa sobre ti mismo. Debemos aprender a mirar en el interior y a recapacitar sobre nuestro pasado. Debemos ser conscientes de todo lo que hemos logrado y sentirnos orgullosos de nosotros mismos, de nuestras hazañas, de nuestros triunfos. Recordemos en qué situaciones nos hemos sentido felices e intentemos replicar algo parecido en nuestro presente. Aumenta tu valía recordando lo bueno realizado y márcate nuevos retos para ir confiando más en ti mientras consigues nuevos objetivos.

 

2) Pon el FOCO en ti. En la vida todo es cuestión de foco. Tu energía la estás dedicando e invirtiendo en lo que te pasas todo el rato pensando. Si piensas en carencias, en lo que te falta; si piensas en otra persona, si crees (de forma irracional) que le necesitas sobre cualquier otra cosa en la vida. Si te desgastas con la mente puesta en algo que es externo a  ti, estás cediendo tu energía, la estás desperdiciando, la estás malgastando y regalando a causas y a gente que no lo merecen.

 

3) Sé el Epicentro de tu vida. Si tú estás bien, todo debe ir bien. Tú debes ser tu prioridad. Debes aprender a escuchar tus necesidades. ¿Te apetece reír? Ríe. ¿Llorar? Llora. ¿Te apetece comer? ¿Dormir? Hazlo. El cuerpo te está chivando lo que necesita; préstale atención.

 

4) Sal de tu propio cautiverio emocional. Si a veces sientes que la vida va lenta, que estás estancado, que tu mundo gira alrededor de otra persona debes saber que no es así como debe ser… estás atado a una sensación o más bien estás “raptado emocionalmente”. ¿Qué hacer para salir de tu propio cautiverio? ABRIR LOS OJOS.

 

5) Analiza tu situación. Piensa dónde te encuentras, ¿cómo es tu vida? ¿con qué recursos cuentas? Sólo desde este autoconocimiento y desde este punto es desde donde  puedes arrancar sabiendo hasta dónde quieres llegar. El camino no será fácil pero será entretenido eso te lo aseguro.

 

6) ACTÚA. Ponte manos a la obra YA!

 

 

Te aseguro que si pones tu empeño en llevar a cabo estos seis puntos y ponerlos en práctica, tu dependencia emocional irá disminuyendo de forma paulatina, y a la par irás alimentando una fe y confianza en ti que te harán dejar de estar pendiente de los demás, de su atención y/o aprobación.

 

Para finalizar Comienza YA, escucha a tu interior. ¿Qué te dice?

 

 

Escribir comentario

Comentarios: 0