Cuando haces algo, porque lo haces; si no lo haces, es bajo todas tus consecuencias. Lo que no se puede hacer es guardar… tanto lo que haces como lo que no, para sacarlo después contra alguien.
Luego no vengas con cuentos, ni reproches ni mentiras. Haces las cosas porque quieres; nada ni nadie te ponen una pistola en la cabeza.
Si no sabes poner “tope” a las situaciones o a las personas, es porque en el fondo “te conviene” . Deja de ser hipócrita.
Piensa:… las cosas las haces cuando te salen, por y ¿por qué te salen de esa manera?.
No te engañes, no engañes; no reproches a los demás, no eches en cara.
Tú eres tú y tu visión de la vida, tus principios, tus valores, tus vivencias… y actúas de la mejor forma que conoces.
Ten valor para darte cuenta de lo que funciona en tu vida y lo que no.
Ten cojones para romper con toda esa mierda, las costumbres, los miedos, las sensaciones de confort e incluso de ese deseo estúpido al que no eres capaz de enfrentarte porque te pueden las hormonas...
Déjate de aguas estancadas. Ten fuerza de voluntad y haz un cambio.
Tu crecimiento se encuentra al otro lado del miedo, de la resistencia a reprochar, al otro lado de la “excusitis”.
Tu triunfo y tu valor se encuentran fuera de los reproches. Deja de mentir diciendo que no haces cosas por “pena” o por miedo a hacer sufrir a alguien. ¡ES MENTIRA!
Lo haces (o no lo haces también por omisión) por tener miedo a dañarte a ti… pero… ¿sabes cuándo te dañas? Cuando echas la culpa al resto; cuando guardas rencor, ansiedad, penumbras y luego revientas gritando a la cara, cuando mientes o callas y luego cuentas. Por MIEDO A SER TÚ, CON TUS LUCES Y TUS SOMBRAS.
Entiéndelo…. Eres tú, no los demás o el corazón.
Así que hoy no me reproches, no te compliques. Yo soy yo, soy así, y tú eres tú.
Hazte responsable de tus actos, tus palabras y sobre todo de tus DECISIONES, ELLAS SON LAS ÚNICAS QUE MARCAN TU CAMINO. No yo.
***Esta entrada no tiene nada que ver con mi vida personal. Un coachee me ha inspirado a escribir estas líneas***
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