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Te Comen las Tareas

Sé que a diario se te presentan varias obligaciones.

 

Pueden ser en el trabajo, recoger a los niños del colegio, acudir a esa revisión médica, poner la lavadora, realizar la compra, etc. Son esas tareas que generan como un “comecome” en tu interior. Nos sobrecargamos pensando en todo lo que tenemos que hacer a lo largo del día y anticipamos el “malestar” y el “agobio” que nos pueden (o no) generar la realización de las mismas.

 

De nada sirve ponerse a pensar antes de tiempo sobre esta montaña de quehaceres.

 

Te voy a dar unas pautas para que sea todo más llevadero.

 

-Prioriza: intenta efectuar en primer lugar todo lo que esté en tu mano a primera hora de la mañana. Merece la pena madrugar 15 minutitos para liquidar eso que no te va a apetecer hacer al final del día, ya sea preparar la lavadora, cocinar algo para tener la comida preparada, o incluso cambiar sábanas, efectuar esa llamada incómoda, recoger el gallinero que tienes en la habitación de los niños, etc.

 

-Aprovecha los descansos de tu trabajo para comprar en el supermercado más cercano, para escribir a ese amigo, pedir cita con el médico o renovar el seguro de tu hogar.

 

-Optimiza el tiempo: intenta cada día centrarte en una cosa y hazlo poco a poco. No vale de nada meterse una paliza un día entero para limpiar toda la casa. Cada día haz algo, céntrate en ello y no intentes efectuar varias cosas a la vez ya que terminarás dando tumbos. Si te pones con la documentación, seguros, bancos, etc, ponte con ello y hasta que no termines no te pongas a sacar la colada o a llamar a tu prima.

 

-Delega tareas: cuenta con la gente que te rodea para que te echen una mano. No es malo pedir ayuda a los demás y pueden hacerte el favor de revisar algo por ti, o incluso los niños pueden comenzar a colaborar con pequeñas tareas en casa.

 

-Prémiate cada vez que termines algo incómodo. Date un ratito de descanso, come algo que te gusta después. Ponte una canción y dedícate cinco minutos libres a estar mirando por la ventana sin hacer nada más. Tu cerebro te lo agradecerá.

 

-Elimina obligaciones de tu lista: ¿de verdad tienes que hacer todo eso? ¿O te estás autoimponiendo obligaciones inútiles?. Seguro que no todo debes hacerlo hoy sí o sí. A veces nos cargamos con tareas inútiles, que no son estrictamente necesarias. No hace falta que hoy vayas al Super si llegas a casa hecha polvo. Estoy segura que por un día puedes dejar de hacer la compra y no morirás de hambre.

 

Organízate, tómatelo con calma, simplifica y disfruta más de la vida, que es lo más urgente e importante que tienes que hacer hoy.

 

 

Mucho ánimo!!

 

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