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Asertividad. Expresarse sin dañar.

La asertividad es la capacidad de expresar lo que uno siente u opina de una forma tranquila, razonada y que no dañe la susceptibilidad del otro.

 

Es el mecanismo más sano de la expresión interior y es una cualidad difícil de cultivar, pero a su vez muy gratificante y reconfortante ya que no solamente nos entrega la libertad de comunicación y genuinidad de nuestro ser, sino que también nos permite interactuar con los demás de una manera afable, sencilla y eficaz.

Con ella entregamos el mensaje de una forma que no muestra rencor, segundas intenciones o maldad hacia el otro.

 

La intencionalidad o el propósito no es malo, únicamente constructivo para desarrollar una sana autoestima y para aumentar la seguridad en nosotros mismos declarando qué es lo que necesitamos con la finalidad de conseguir nuestro bienestar.

 

Las consecuencias de no expresar de una forma asertiva nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones son albergar y acumular en nuestro interior presión y angustia; esto puede desembocar en una explosión de malestar, desconcierto y de ataques hacia otra persona también.

 

Por ello, el mejor consejo es comunicar en pareja, familia, amistades o sociedad de una forma tranquila, en primera persona y con claridad, la sensación que albergamos o que nos hace sentir la otra persona con su comportamiento.

 

Ejemplos:

 

“Me siento…. cuando esto sucede…”.

 

“Me hace sentir impotente cuando veo que esto sucede y me pongo triste”.

 

“Siento que quiero….pero no consigo exponerte correctamente mi necesidad, me gustaría sentirme comprendido”.

 

“Me pongo mal cuando…, y no tengo ninguna intención de responsabilizarte de ello. Por favor, ¿podrías ayudarme?”.

 

 

Probadlo y compartid con nosotros resultados ;).

 

 

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